Ochenta años despues vuelve a celebrarse La Romería en La Algaba

Doce de Junio del año 1935; en estos últimos días ha vuelto ha celebrarse con inusitada animación la antigua Romería de la Inmaculada Concepción de La Algaba, que había quedado suspendida desde hace unos ochenta años. (Desde 1855)

La Hermandad estaba formada sólo por mujeres, y no se recuerda porqué cundió entre ellas el desaliento, y uno de los años en que la virgen fue traída a La Algaba desde la ermita de el Aral para las fiestas tradicionales  de Septiembre, no volvió a ser llevada a la ermita como era costumbre.

 Virgen de la Algaba en la carreta en que fue conducida a su ermita

Hace pocos meses salió la idea de incrementar con varones dicha Hermandad Algabeña, y de que volviese a celebrarse la típica romería como en otros tiempos.
Y así se llevo a la práctica, haciendo los preparativos necesarios para poner en marcha de nuevo la romería, como la construcción de la carreta que llevaría de nuevo a la virgen a su lugar correspondiente, el exorno floral y muchos otros menesteres propios del caso.

Carreta de romeros en la fiesta de la Algaba

Y en la mañana clara y festiva se puso en marcha la procesión, precedida la carreta de La Virgen por su Hermandad y seguida no sólo por el gentío del pueblo Algabeño, sino por una muchedumbre de romeros llegados desde Sevilla y de pueblos cercanos.

El camino vecinal que conduce hasta la ermita, ya rodeada de modesto caserío, de almiares de paja y huerta, cuyo lugar se denomina aldea de Aral, se veía entorpecido en algunos de sus trozos por las lagunas que formaron las pasadas tormentas, y eran de ver las escenas a que dio lugar el paso de la romería por tales escollos, escenas de gracia, de apuros y de revoltoso júbilo.

Lo carreta de la Virgen, camino de la ermita de el Aral

Al llegar a su ermita fue trasladada la Virgen al altar de la ermita, y ante ella se celebró la solemne misa, oída por la muchedumbre del pequeño templo, dando la sensación de que se estaba presenciando una misa de campaña.
Después de los cultos se dispusieron las comidas en abundancia y con largueza del mejor vino, y tras ellas los bailes sin cesar.

El entusiasmo y la confraternidad fueron el alma de aquel estridente conjunto durante breves horas, pasadas las cuales se dispuso el retorno de la romería al pueblo.

En su ermita ha quedado la Inmaculada hasta las fiestas de septiembre, y al templo parroquial se trajo el Simpecado con el mismo acompañamiento de romeros y la misma fiesta y algarabía.

Y entrando en el pueblo se acentuaron aún más los sentimientos de amor hacia la Inmaculada Concepción,
quedando sembrada en todos los pechos la semilla de la esperanza que habrá de florecer en venideros años en forma de nuevas y devotas romerías.




Actualmente la romería de la Purísima Concepción Coronada o romería del Aral se celebra en la localidad de La Algaba, cada primero o segundo domingo de junio, para trasladar a la Virgen desde la Iglesia de Santa María de las Nieves, donde permanece el mes de mayo, recibiendo el culto de sus fieles, a su santuario en el barrio del Aral, de esta localidad.
Este traslado se hace de forma anual desde 1935, pero ya mucho antes se celebraba la peregrinación sólo que no tenía un carácter periódico como ahora.

Así, tras celebrarse Misa de Romeros a las ocho de la mañana, la Virgen sale sobre las nueve de la parroquia, para llegar a la ermita entre las dos y media y las tres de la tarde. 
Parte de su recorrido es atravesar el pueblo y la otra parte discurre por el campo. En total, el camino es de unos seis kilómetros atravesando hermosos parajes de naranjales y maizales.

La Virgen es llevada en carreta de plata tirada por dos enormes bueyes. La siguen ocho o diez carretas más con bueyes, charres de caballos, carretas a tractor y coches o furgonetas.
Los distintos grupos de amigos llevan en cada medio de transporte bebidas y viandas suficientes para pasar el día.

El camino se hace al son del tamboril, el cante y baile de los romeros y el estrepitoso ruido de los cohetes. Todo esto delante de la carreta de la Virgen.

Para esta romería, se moviliza todo el pueblo de La Algaba y además acuden muchos peregrinos de los alrededores.

Una vez llegados al Aral, los romeros se instalan en la plaza de la Purísima Concepción y a numerosos campos privados de la zona, donde pasan la jornada, hasta que, sobre las ocho de la tarde, se inicia hacia el pueblo, el regreso del Simpecado.

En cuanto a la ermita que la acoge es “chiquita y bonita” según los algabeños, y está documentada desde el siglo XVIII, en concreto desde 1712. Fuerestaurada en 1929 y en la actualidad consta de la capilla y una casa de vivienda, donde habita el encargado de cuidarla: unas veces un ermitaño y otras una ermitaña. Como dato curioso se dice que el título de “ermitaña” fue dado en 1824 a una mujer, María del Carmen Zamora Cano.

Ermita de San Salvador y Purisima Concepción de La Algaba

La imagen de la Purísima Concepción del Aral data de una fecha próxima al 1500, según datos en poder de la Hermandad. La imagen es la de una Inmaculada de blanco y celeste, con pelo natural, ráfaga de plata y corona de oro. La imagen venerada es de estilo barroco.

Purisima Concepción

En la ermita hay también una talla de San José, perteneciente a la escuela de Martínez Montañés.

San José (1938)

San José (Actualidad)