11 de Febrero de 1925
La Algaba, 12 de Febrero de 1925. Se recibe la noticia de que la noche anterior en este pueblo cercano a Sevilla se ha cometido un crimen.
Vivía en la casa numero 4 de la calle de La Victoria, el matrimonio formado por Fernando Camuñas Muñoz, zapatero, y Amalia Díaz Rodríguez originarios de Sevilla, los dos de treinta y seis años de edad, con sus hijos Fernando, de ocho años, Amalia, de siete, Luisa, de cuatro y Juan, de año y medio.
El matrimonio se embriagaba frecuentemente y entre marido y mujer se repetían los disgustos, y en muchas ocasiones el marido golpeaba a la mujer.
Anoche a las diez, el zapatero llegó a su casa, y como viera que Amalia no tenía dispuesta la cena, la emprendió a bofetadas con su mujer y la golpeó en repetidas ocasiones. El zapatero cogió después un martillo y golpeó brutalmente a su esposa, y por ultimo con una chaveta, hizo numerosas heridas a la infeliz mujer.
Los hijos que presenciaron la escena comenzaron a llorar y dar gritos, y como el padre les amenazara con matarlos si no callaban, se escondieron atemorizados en un rincón.
El ensañamiento del criminal se prolongó largo rato.
Cuando el alcalde pasó casualmente ante la casa del crimen, sintió débiles gemidos de la victima, y al asomarse por una ventana vio la escena. Entonces el alcalde llamó a la puerta, negándose Camuñas a abrir, con el pretexto de hallarse acostado.
El alcalde avisó inmediatamente a la Guardia Civil, que acudió con el juzgado.
Igual negativa opuso cuando llegaron el juez y la Guardia Civil, hasta el extremo de tener un cerrajero que descerrajar la puerta. En este instante remató el criminal a su victima, y antes, mientras el alcalde iba a dar aviso al Juzgado, pretendió Camuñas lavar las manchas de sangre del suelo.
Al penetrar la Justicia, los niños señalaron a su padre como autor del crimen, el cual estuvo durante dos horas encerrado con su victima, ensañándose sobre ella con una cuchilla y golpeándola con un martillo.
Las heridas que sufre la victima son varias y diversas, con signos también de estrangulamiento.
Despues de que se le practicara la autopsia, se verificó el entierro de Amalia, al que concurrió casi todo el pueblo.
La mujer se hallaba muerta apoyada la espalda en la pared. El criminal, que se hallaba completamente borracho, dijo que no se acordaba de lo que había hecho.
Se comenta que el padre de Camuñas también asesinó a su esposa.
El delegado gubernativo del distrito de San Vicente, al que corresponde el pueblo de La Algaba, ha dado cuenta al gobernador civil de que han sido recogidos por dos familias dos de los hijos del matrimonio; pero que los otros dos, uno de ellos el mas pequeño de quince meses, se hallan desamparados.
El gobernador civil gestionará su ingreso en un asilo.
23 de Noviembre de 1925
Se celebra la causa sobre el asesino del crimen de La Algaba, en el que se condena al acusado Fernando Camuñas a cadena perpetua y pagar una multa de 10.000 pesetas a la familia de la victima.
Fuente: Hemeroteca Nacional
Jesús Campos
Violencia de genero
ResponderEliminarSiempre ha estado ahí. Esperemos que quede poco para erradicarla.
ResponderEliminarABC de Madrid publicó que la sentencia condenatoria incluía cadena perpetua y 50.000 pesetas en concepto de indemnización a la familia de la víctima.
ResponderEliminarFUENTE: http://hemeroteca.abc.es/nav/Navigate.exe/hemeroteca/madrid/abc/1925/11/24/020.html
No creo que el condenado tuviera para pagar la indemnización. Pero lo peor es que eludió la perpetua. Probablemente fue liberado el 15 de abril de 1931 durante el asalto a la cárcel del Pópulo. Sea como fuere, lo cierto es que el asesino andaba suelto por Sevilla siete años después de matar a su mujer. Consiguió encontrar a su hija Amalia y la violó bajo amenazas de muerte en su propia habitación, dejándola embarazada. Fernando Camuñas Díaz, hijo del criminal, juró buscar y matar a su padre allá donde lo encontrara.
Gracias por el comentario, no sabía nada.
EliminarCual es la calle de la victoria en la actualidad?
ResponderEliminarNo lo se con exactitud, pero alguien me dijo una vez que estaba por los callejones de la Cruz, que dan al supermercado "Barato" (pero no se si es cierto)
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