Lo cierto es que, en una fiesta de su pueblo, Pepe García mató un novillo y que esto le decidió a dedicarse
enteramente al toreo.
Luchó lo indecible, hasta que el 9 de Diciembre de 1894 vio realizarse su ilusión de vestirse el traje de luces para torear en Sevilla. Aquella tarde le acompañaban Carrillo y el «Boticario» para, despachar una novillada de Miura.
José García "El algabeño" |
Crece la fama del novel estoqueador y, en plenas Navidades, le dan toros en Sevilla, más el día 30 también,
siempre de triunfo en triunfo.
Antonio Fuentes, Luis Mazzantini, José García "El Algabeño" y Emilio Torres "El Bombita" |
Con la misma brillantez y seguridad de mano recorre las plazas de provincias, sumando en aquel año más de treinta corridas, cifra que, en un novillero de entonces, era algo sublime.
Al final de la temporada, el 22 de Septiembre, se doctoraba el Algabeño en Madrid. Le dio la alternativa
el «señó» Fernando el «Gallo» y se jugaron toros del duque. El recipiendario mató al primer toro de una estocada en lo alto y un descabezo al sexto golpe. Y al último, de una estocada un poco desprendida, instantánea, consumando la suerte el matador de un modo que entusiasmó a las multitudes.
todo lo que quiso, alcanzando la cima en las temporadas de 1901 y 1902.
Antonio Fuentes y El Algabeño |
De su vida taurina queda, el recuerdo de aquellas estocadas memorables y el del éxito mayor de José García, que fue, sin duda, el que obtuvo en Barcelona cuando un poderoso Miura mató al primer «Dominguín». El de la Algaba se dominó ante la tragedia y mató maravillosamente los seis toros de Miura .
Fue aquél un triunfo definitivo, enorme,clamoroso.
El «Algabeño» aportó al toreo el pase llamado del «Celeste Imperio» y el de pecho con la derecha.
Al marcharse de los toros el «Algabeño», se recluyó en su pueblo, consagrando todos sus afanes a explotar
su finca «La Estrella», cuya extensión excede de 30.000 pies y que está dedicada al cultivo del olivo.
Portada de su finca "La Estrella" |
Algabeño en su despacho |
Y en su retiro continúo D. José García y Rodríguez, tripartita en sus amores, que repartió por igual entre
el campo, el pueblo y la familia.
Escena Cotidiana |
Aquí algunas escenas en algunas catedrales del toreo de José García "El Algabeño".
El apodo del «Algabeño», nacido de su condición de hijo de la Algaba, hizo fortuna, la que parecía deducirse de la buena fama de José y de sus condiciones de gran estoqueador.
Cuando Rafael el «Gallo» comenzaba a torear, formó pareja con un tal Manuel Molina, que se hacía llamar el «Algabeño».
Después, ha habido cientos ««Algabeños» como habitantes tiene la Algaba, aunque no conocieran el pueblo sevillano ni en pintura.
Pedro Carranza Algabeño II |
Pero la verdadera autenticidad del apodo recayó en el hijo de José García, llamado así también, «Algabeño» por los cuatro costados, que quiso ser torero contra la voluntad de su padre y que lo fue, efectivamente.
El «Algabeño» hijo, dejó los toros por la política y no se volvió a saber de él como torero, pues fue herido de muerte en 1937.
José García Rodriguez falleció en 1947.
Jesús Campos
El torero falangista murió en 1936,la Historia lo deja muy malparado por su crueldad y matonerîa
ResponderEliminarEl hijo es a quien usted se refiere.
EliminarY muere el 1937
EliminarMuchos alagos veo yo a alguien que es un genocida comprobado.
ResponderEliminarHay que distinguir entre el padre y el hijo, creo que a quien usted se refiere es al hijo. No pertenece a este artículo.
Eliminar